Superstar face
Los 70 fueron toda una década, la crisis del petróleo hizo tambalear las compañías jugueteras y en Mattel, Ruth y Elliott Handler dieron un paso al lado...
Para sentir la vibración uno podría haber ido a un local en Nueva York, Studio 54.
Roy Halston, celebrity de Studio54 seguido por su séquito de modelos "las Halstonettes" puso punto y final a la moda hippie con su estilo minimalista y sofisticado y con sus simples vestidos de punto. La gente quería alegría, la música disco estaba en su apogeo y estaba hecha para bailar. El término súper modelo empezó a circular preparando el terreno para las siguientes décadas y los actores y las actrices cambiaron los estudios de Los Ángeles por Nueva York para divertirse en la pista de baile y celebrar locas fiestas de cumpleaños mezclándose entre un amplio espectro de artistas, emprendedores y socialités.
La nueva Barbie fue lanzada en 1977 y reflejaba esta alegría con una nueva escultura y una sonrisa llena de dientes, una mirada frontal y cantidades y cantidades de cabello. Su cuerpo cambió a una cintura giratoria y brazos doblados para poder adoptar poses de modelo dignas de una sesión de fotos.
Y... ¡un detalle más! Un agujero en el dedo para un anillo.
Charlotte Johnson todavía era la diseñadora jefe en Mattel y parece que se escogió un diseño de Carol Spencer para el lanzamiento:
"Diseñé un vestido rosa de punto con hilo plateado entretenido con rayas de lentejuelas, boa de plumas y sombrero brillante de lentejuelas.
CarolSpencer -dressingBarbie-
En aquellos entonces a los diseñadores de Mattel se les encargó una nueva muñeca que evidenciara un cambio, un best seller, una de las más icónicas muñecas de todos los tiempos, Barbie Superstar. "Nuestras directrices fueron simples: en ambas cosas, muñeca y moda, ir a por la máxima sofisticación:
CarolSpencer -dressingBarbie-
La imagen general recordaba a Farrah Fawcet y, aunque en su libro Dressing Barbie, Carol Spencer dice que sólo el cabello de la "Gold 'N Glamour Barbie" fue inspirado en ella, el estilo "Farrah" ya estaba circulando con dos peluqueros reclamando su autoría, Allen Edwards y Jose Eber.
Todo esto culminó en una icónica muñeca para una generación entera, una muñeca cuyo molde y tipo de cuerpo se utilizó durante casi 20 años grabándose en la memoria de los niños de finales del siglo XX