El tutu Karinska
"Está Shakespeare para la literatura, Madame Karinska para el vestuario" George Balanchine
Su nombre es magia, Barbara Karinska fue una mujer que revolucionó el mundo del ballet con su perfeccionismo y su sofisticadas visiones del tutú clásico.
Madame Karinska (1886-1983) era ucraniana de nacimiento y, aunque estudió derecho, era una experta bordadora y sastresa pero la caída del Imperio Ruso, su trabajo y su talento la llevaron a París, Londres y América.
Este talento la llevaría a un trabajo de ensueño, a sus casi cuarenta años, en el que colaboraría con artistas como Chagall, Cecil Beaton, Dalí, Cocteau o Miró y por supuesto con el coreógrafo George Balanchine en el vestuario de su Ballet Russe de Montecarlo y, posteriormente ya con un Balanchine director del New York Ballet, una relación que duraría hasta el final de los días de ambos.
Antes de ellos los tutus que se podían ver en los ballets eran como los representados en las pinturas de Degas o más cortos y rígidos, pero para Karinska y Balanchine el tutú tenía que flotar en libertad y potenciar la gracia de la bailarina sin dificultar sus movimientos, así que crearon el tutú más corto que aún vemos hoy en día, compuesto por varias capas de ancho decreciente de fuera hacia dentro, unidas entre ellas y sin aro para crear el "Powder Puff".
Pero ella hizo mucho más que tutus, pues realizó túnicas y maillots según lo que precisara el personaje, como ya habría hecho Diaghilev con sus Ballets Russes a principios del siglo XX, y aplicó nuevos materiales y técnicas como el corte al bies para lograr una mejor adaptación de los bodies. Vistió a estrellas famosas en obras de teatro, revistas y películas y fue nominada varias veces al Oscar ganando uno en 1948 por Joanne of Arc.
Fue una maestra de la aguja, una arquitecta de la costura que trató el color como si de una acuarela se tratara para disfrute del público y embelleció sus obras con maravillosos galones muy efectistas y poco pesados. Un nombre lleno de romanticismo, Karinska.
by the Barbiest